El día de los hechos, Alice Moore, había dejado a sus hijos encerrados en el automóvil mientras ella cometía el atraco. Como en otras ocasiones todo había resultado favorable para ella, quien decidió entrar al centro comercial y atracar la tienda. Sin embargo, esta vez todo cambió, pues al salir con lo robado se percató que su vehículo estaba incendiándose.
Ante la situación, la mujer logró sacar a sus hijos del vehículo, los cuales fueron trasladados a un hospital en donde informaron que uno de ellos sufrió quemaduras de primer grado en el rostro y las orejas. Luego de unas horas las autoridades emitieron un comunicado en donde anotaron: «No se ha determinado qué provocó el fuego, sin embargo, si Moore no hubiera sido negligente, es poco probable que el niño hubiera resultado herido».