Algo que les ha quedado claro a muchos empresarios y comerciantes de la Ciudad de México es que la extorsión llegó para quedarse. Las amenazas de estos extorsionadores son serias, no se deben de tomar a broma. En los últimos meses se ha visto como a varios comercios han llegado sujetos con bidones de gasolina, los cuales riegan en los negocios para después prenderles fuego. Son comerciantes que no se tomaron en serio las llamadas de extorsión que les exigían miles de pesos para seguir trabajando sin contratiempos; «o pagas o fuego».
La revista Proceso reporta el caso de una persona que tuvo que cerrar su negocio ante las amenazas de los extorsionadores. A la pregunta de si denunció ante las autoridades la extorsión, el empresario declaró: «¡Denunciar no sirve de nada! ¿Para qué? El gobierno sabe quién es el que maneja todo. No es desconfianza con la autoridad, ¡es que no hay autoridad!».
Y es que no se entiende de otra manera el crecimiento de la extorsión en la Ciudad de México. Los extorsionadores abundan porque están coludidos con las autoridades, las autoridades puestas por Claudia Sheinbaum, quien está muy ocupada en buscar la candidatura presidencial por Morena. No puede con la Ciudad de México y ya quiere gobernar el país. ¡Ni de broma!
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