Es un hecho que en el bunker morenista, el canciller Marcelo Ebrard se ha convertido en una gran preocupación. Se sabe que algunos cercanos al presidente están preocupados por el crecimiento que ha tenido el Canciller entre la población, y es que, a pesar de los intentos de Mario Delgado para reunirse con Marcelo Ebrard, este lo ha bateado argumentados problemas de agenda para recibirlo.
El disgusto de Marcelo Ebrard con Delgado, no es gratuito, ya que el presidente de Morena, no le ha contestado las cartas que su equipo le ha mandado, pidiéndole reglas claras. No hay que olvidar que el Canciller ha exigido reglas claras y renuncia inmediata de aspirantes. Marcelo Ebrard ha sido el aspirante que más ha presionado a la dirigencia nacional para definir las reglas.
Aunque Marcelo Ebrard no ha dicho públicamente que renunciará a Morena, existe la posibilidad que, si detecta que le cucharearon las encuestas, este podría ser abanderado por una alianza opositora. Esa es la verdadera preocupación de Morena y del propio presidente. No por algo son las últimas reuniones entre el presidente y “las corcholatas” morenistas, pidiendo unidad en el partido. No cabe duda que, en Morena, “el miedo no anda en burro”.
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