Uno de los prejuicios que aún perduran en el siglo XXI es sobre la vida sexual de las personas discapacitadas, pues muchos creerían que, por el hecho de ser discapacitados, no pueden tener relaciones sexuales o que, por su condición, tienen mutilada la libido. Sin embargo, una mujer australiana identificada como Melanie, rompió con todo tipo de prejuicios y demostró que aun siendo una mujer con una discapacidad puede gozar del sexo. Melanie fue diagnosticada a los tres años de edad con inflamación en la espina dorsal, condición conocida como mielitis, lo que le que paralizó las piernas y limitó el movimiento de sus brazos.
En una entrevista que le hicieron declaró que en tiempos de pandemia se vio a la necesidad de permanecer completamente aislada, esto ocasionó que su estado de ánimo decayera considerablemente. Un día, platicando con una de sus mejores amigas le aconsejó experimentar tener citas con hombres. Después de pensarlo mucho tiempo Melanie decidió contratar a un trabajador sexual con el que perdería su virginidad.
La mujer de 43 años relata que ha sido una de las mejores decisiones que ha tomado en su vida, pues el hecho de tener relaciones sexuales la mantiene recargada de energía. Por medio de un mensaje se dirigió a todas esas personas que se encuentran en la misma situación «No lo piensen, me abrió los ojos el hecho de que tal vez podría experimentar eso». La mujer declaró que su vida ha cambiado completamente desde que decidió liberar su vida sexual.
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