¿Quién es el que tiene la última palabra en la mañanera? ¿Quién es el que puede difamar sin que quieres dar derecho de réplica? ¿Quién es el que miente, da otros datos, engaña y hasta se burla e insulta? Pues es el presidente Andrés Manuel López Obrador en sus conferencias mañaneras. Entonces, ¿cómo es que se atreve a decir que los conservadores quieren prohibir las mañaneras, que porque nada más quieren hablar ellos?
Hay que se muy cínico y caradura para grabar este mensaje en Domingo de Ramos: “Aunque quieren prohibirla, imagínense, los conservadores son intolerantes, nada más quieren hablar ellos, no quieren que hablemos todos, pero bueno no van a poder. Nos vemos mañana en la mañanera”. Desde las mañaneras el presidente de México tiene patente de corso para atacar a los que considere sus adversarios, para hacer campaña política a favor de sus candidatos, para placearlos, para atacar a los medios de comunicación y a los periodistas.
Desde las mañaneras el presidente hace propaganda a favor de sus “elefantes blancos”; desde la mañaneras lleva a cabo una guerra sucia en contra de los partidos de oposición. Claro que quisiéramos que se acabaran la mañaneras, pero él no lo va a permitir.
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