Como sólo Cuitláhuac García sabe hacerlo. Ya se echó encima a los pobladores de El Naranjal. Revictimiza a profesor Antonio y a la alumna Lucero

Naranjal
Como sólo Cuitláhuac García sabe hacerlo. Ya se echó encima a los pobladores de El Naranjal. Revictimiza a profesor Antonio y a la alumna Lucero FOTO: WEB

No tiene tacto Cuitláhuac García, no tiene prudencia, no tiene diplomacia. Su escasa inteligencia lo obligan a ser impulsivo y con tal de encubrir a su gobierno, el gobernador de Veracruz es capaz de asegurar algo de lo que no está seguro. No sería la primera vez que lo hace. ¿Se acuerden de «no está desaparecida, la tenemos resguardada?» En esta ocasión, mientras los maestros de El Naranjal se manifiestan para exigir justicia por la muerte del profesor Antonio González y la estudiante Lucero Porras, a manos de policías municipales, Cuitláhuac García no sólo minimizó el asunto, sino que revictimizó a los caídos. En conferencia de prensa el gobernador declaró: «Las dos personas que fallecieron están involucradas en los disparos a los ministeriales, en la huida se accidentaron. No tienen marcas de disparos».

Así de fácil hace a un lado los problemas el gobernador, echándole la culpa a las víctimas. Mientras tanto, en El Naranjal, maestros y pueblo entierran al profesor Antonio González y a Lucero Porras. Para los habitantes de este municipio está muy claro lo que ocurrió. Amigos y conocidos de los occisos señalan que «que tanto el docente como la joven estudiante regresaban con unos documentos cuando unos agentes intentaron interceptarlos, supuestamente los habían confundido con otras personas. Comenzó la persecución y el profesor perdió el control, se estrelló contra una vivienda».

Otros señalan: «Ellos todavía estaban vivos, pero llegaron los sujetos armados y les dispararon. A los vecinos que salieron les ordenaron que entrarán nuevamente a sus casas y que no salieran escucharan lo que escucharan». Pero para el gobernador eso no ocurrió, para el gobernador las víctimas tuvieron la culpa.

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