Vale recordar que no fue Edmundo Jacobo el que se amparó ente la ley para regresar como secretario técnico al Instituto Nacional Electoral (INE). Fue el INE quien impugnó la salida de su secretario técnico, y la ley les dio la razón. Sin embargo, una vez que regresara al INE, Edmundo Jacobo renuncia a su puesto como secretario técnico. Las huestes descerebradas de López Obrador andan diciendo que Edmundo Jacobo no renuncia, huye, porque sabe que le van a encontrar muchos desfalcos; como si él manejara recursos. Otros dicen que ante la inminencia de una presidencia del INE con inclinación morenista, Edmundo Jacobo opta por hacerse a un lado y dejar que los nuevos hagan lo que les venga en gana.
Pero es el mismo Edmundo Jacobo quien da las razones de su salida. En conferencia de prensa precisó: «Desafortunadamente, el diseño institucional que procuramos durante tantos años, así como el equilibrio con el que siempre se ejecutó, fue roto en algunos meses por algunos actores políticos que en el más reciente debate sobre la reforma electoral hicieron de la operación técnica necesariamente y parcial, parte del debate político. Lo que me obligó a salir a la defensa pública de las instituciones electorales, que nos hemos dado a explicar las virtudes que ofrece el régimen vigente y a alertar sobre los peligros que implican varios de los aspectos incorporados por el denominado Plan B».
Es por ello, por hacerse notorio, sin quererlo, que Edmundo Jacobo fue blanco de las infamias del presidente López Obrador: «La notoriedad, que sin buscarla he adquirido por los motivos que acabo de mencionar, constituye un impedimento desde mi punto de vista para continuar desempeñando con discreción y eficacia las actividades propias de la Secretaría Ejecutiva».
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