Álvaro Delgado, quien en un tiempo reseñó para la revista Proceso las actividades del “Yunque”, un movimiento de ultraderecha en México, un día apareció como uno de los paleros más abyectos de la Cuarta Transformación. En ferias de libro, invitado por gobiernos morenistas, acude a defender a su presidente, a hacer apologías de las incongruencias de un gobierno que no ha estado a la altura de las expectativas. Sin embargo, en su afán por quedar bien con el presidente, o de que el presidente los voltee a ver para que los considere para algún consulado o embajada, personajes como Álvaro Delgado se atreven a más.
Sobre el secuestro de cuatro ciudadanos americanos, dos de ellos asesinados por el narco, Álvaro Delgado lanzó un mensaje de Twitter con el que revictimiza a los caídos: «De Carolina a Matamoros. Una cirugía estética trajo a los 4 de EU a México. Sabían del riesgo… y lo tomaron». Entonces qué, la culpa es de ellos por haber visitado México; ¿quién los manda?
Le está diciendo Álvaro Delgado a los ciudadanos americanos que pueden visitar México, pero bajo su propio riesgo, ya que nuestro país es una nación sin ley. Les está diciendo visiten México, pero no esperen que las autoridades garanticen su seguridad. De esto y más son capaces los paleros del presidente.
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