Se habla de dignidad si las personas, en su manera de comportarse, lo hacen con gravedad, decencia, caballerosidad, honradez, ética, nobleza, decoro, lealtad, generosidad, hidalguía y pundonor. Por ejemplo, a la hora de cumplir con los compromisos, la dignidad se refiere a la formalidad, a la honestidad y a la honra de las personas. O cuando se elabora una tesis, la ética y honradez impediría copiar un trabajo. Por otro lado, si es cuestionada la integridad ética y honradez de una persona por un cúmulo de pruebas en su contra, ésta por dignidad debería separarse del cargo, mientras se lleva a cabo una diligencia exhaustiva.
En el caso de la ministra Yasmín Esquivel, después de que le estallara el escándalo del plagio el 21 de diciembre de 2022, se ha resistido a renunciar a pesar que la UNAM ha señalado que sí plagio su tesis. Por cierto, la funcionaria rechazó renunciar a su cargo a pesar de las críticas y acusaciones, afirmando que no tenía «nada de qué avergonzarse».
Lo cierto es que si hubiera un poco de decoro y dignidad, Yasmín Esquivel debería haber renunciado desde hace mucho y dejar de poner mordazas a la UNAM mediante amparos que sólo la exhiben como una mujer que carece de dignidad.
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