Sólo una plagiaria como Yasmín Esquivel podría llevar a cabo esta infamia. La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación consiguió un amparo para evitar que la Universidad Nacional Autónoma de México divulgue información sobre la investigación de plagio que se está llevando en su contra. Con esto, la ministra, garante de justicia, coarta la libertad de expresión de la UNAM.
Dice la vocera de la ministra que el amparo la protege, pues ella Teme un «daño grave» por la divulgación de datos. ¿Daño grave? ¿Acaso la señora ya sabe que el dictamen del Comité de Ética de la UNAM va a fallar en su contra? Por su parte la UNAM mostró su desacuerdo por dicho amparo: “La UNAM lamenta y no puede estar de acuerdo con el mandato judicial que busca silenciarla, coartando su libertad y el derecho a la información de los universitarios y de la sociedad”.
Para que se le quite lo alevosa a la ministra Yasmín Esquivel, estaría bien que la UNAM; de una vez por todas, anule su título, para que así, como una reacción en cadena, se invaliden todos sus cargos.
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