Como un verdadero exceso fue considerada por muchos la iniciativa de la diputada Bennelly Jocabeth Hernández, legisladora de Morena, de aumentar las multas a quienes injurien al presidente. Lo peor del caso es que esa iniciativa tuvo eco entre sus compañeros de partido. Es más, hasta el mismo Ejecutivo federal, quien está acostumbrado a la lisonja, la consideró inadecuada. Por lo que los morenos no tuvieron otra que recular.
Otra de las voces que se levantó fue la del senador y presidente de la Jucopo, Ricardo Monreal, quien calificó de «error estratégico y político» el dictamen de los diputados guindas y aseguró que éste no debe transitar.
De modo que los integrantes de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados, que ya había aprobado la reforma a la Ley sobre Delitos de Imprenta para actualizar las sanciones por ataques a la moral e injurias a funcionarios públicos, sencillamente quedaron como viles lambiscones.
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