El trabajo de cancerbero de la 4T le ha correspondido a la gobernadora de Campeche, Layda Sansores; a ella le fue encomendado el apretar el botón de los misiles contra el líder tricolor Alejandro Moreno. La peculiar gobernante no sólo atacaba a los adversarios, sino que, como un canino malagradecido, atacaba a los de la propia casa. Prueba de ello fue al affaire contra el poderoso coordinador de los senadores morenistas, Ricardo Monreal. Layda Sansores comenzó a crecer políticamente bajo el manto protector del amo y señor de la 4T, además cuenta con los quereres de Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, Sansores San Román fue alcanzada por aquello que tanto criticaba; olvidó que también ella podía ser vigilada junto con sus colaboradores más cercanos. La aparición de varios videos, donde se observa cómo sus colaboradores reciben sendos fajos de billetes, derrumba el halo de supuesta honestidad y honradez que tanto pregona la gobernadora campechana.
También, no es poca cosa que Lía Limón haya presentado siete denuncias contra ella, por presunto desvío de 120 millones de pesos en programas sociales que no se han podido comprobar. Pues por lo pronto, el Jaguar de Sansores recibió tremendo madrazo o, como dicen muchos, el karma se le regresó.
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