Está de no creerse. El encargado de cuidar y preservar la fauna de un zoológico, ha tomado ese espacio a su cuidado como una granja de chivos para consumo doméstico. Al menos eso es lo que nos indican los hechos. Los reportes periodísticos señalan que el director del zoológico de Chilpancingo, Guerrero, José Rubén Nava Guerrero, fue separado de su cargo y está siendo investigado por haber tomado tres cabras pigmeas a su cuidado para hacer la barbacoa de la fiesta de navidad de los trabajadores del zoológico. Pero no sólo eso, el señor ha estado mercando los animales del zoológico a discreción, como si fueran de su propiedad.
Además, han estado desapareciendo especies y ha estado lucrando con los insumos del zoológico. Señala la revista Proceso sobre este caso que entre los animales mercados y desaparecidos está «un jaguarundi rescatado de la región de Tierra Caliente que fue entregado al zoológico, junto con un coyote hembra, 10 ejemplares de reptiles y una cría de guacamaya están desaparecidos. Además, no se reportó la autorización correspondiente para la supuesta liberación de un halcón de cola roja».
Lo que agrava la situación, señala la Fiscalía de Guerrero, es que la carne de las cabras pigmeas no es apta para el consumo humano, por lo que «se pone el riesgo la salud de los consumidores, porque no eran animales aptos para el consumo humano».
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