Muy temprano en su gobierno, y para no ser como las otras esposas de presidentes que eran consideradas “primeras damas”, Beatriz Gutiérrez Müller decidió no serlo. Para ello su esposo el presidente le creó una coordinación, quesque muy acorde con su perfil académico. La puso al frente de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México. Esta coordinación se haría cargo de desarrollar las estrategias para difundir, proyectar y garantizar el derecho a la memoria de la Nación a nivel nacional e internacional.
Vaya usted a saber si la carta que AMLO envió al rey de España haya salido como uno de esos proyectos; ya ve usted el ridículo en que nos metió. Pues resulta que, para que nos demos cuenta de las ocurrencias de este gobierno, y de que en México se crean dependencias a lo pendejo, sólo para dar cargos y puestos a los amigos o a las esposas, el presidente derogó esta coordinación y como si nada pasara.
En el Diario Oficial se derogó esta coordinación que para su lucimiento estuvo haciendo convenios con el Conacyt y otras universidades que buscaban quedar bien con la esposa del presidente. Ahora que la señora se quedó sin chamba, esperemos que no ande metiendo la nariz en donde no debe.
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