El Gobierno Federal ha insultado en varias ocasiones a la Universidad Nacional Autónoma de México. La ha llamado cueva de ladrones, la ha relacionado con el supuesto complot de los conservadores. Al mismo Graue le dijo: «Hubo plagio y no nos toca a nosotros sancionar, sino a la SEP’. Como Poncio Pilatos, el rector (Enrique Graue) se lavó las manos; pero claro que está metido, ¿no? Hablando en plata, porque ya basta de simulación y de hipocresías». «Hablando en plata», aludió el presidente.
Ahora, por medio del secretario de Gobernación, el gobierno federal pide a la UNAM que no evada su responsabilidad sobre el caso de plagio de Yasmín Esquivel: «Hay instancias que en este caso pueden resolver el asunto y son el Consejo Universitario y el Tribunal Universitario. Se le pedirá a la UNAM y al señor rector -Enrique Graue- que no evada la responsabilidad que tienen, sino que emita una resolución».
¿Qué espera la UNAM para tomarle la palabra al presidente de la República? Si lo que pide López Obrador es que la UNAM asuma su responsabilidad. ¡Quítenle el título de licenciada y como si se tratara de un castillo de naipes, echando abajo la base, las maestrías y doctorados se vendrían abajo! Si Yasmín Esquivel tuviera dignidad ya hubiera renunciado. Pero no tiene dignidad la señora, por lo que, si por ella fuera, nunca renunciaría.
Comentarios