De Biden a Evo

Biden
Andrés Manuel López Obrador, Joe Biden, Justin Trudeau FOTO: WEB
- en Opinión

Jorge Flores Martínez /

Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses
Henry Kissinger

Los países no tienen amigos, la frase es cierta y honesta. No hay forma que exista amistad entre países, posiblemente entre los pueblos, pero nunca entre los estados nacionales. Lo que los gobernantes deben siempre privilegiar son los intereses de sus ciudadanos, de sus economías y sus países. Todo lo demás solo es discurso.

Pertenecemos económicamente a Norteamérica, nuestros vínculos sociales, comerciales y económicos son intensos y muy importantes. Viven en Estados Unidos más de 30 millones de personas de origen mexicano, unos 6 millones de ellos son nacidos en nuestro país. Recibimos más de 50 mil millones de dólares al año en remesas.

Millones de empleos en el sector agropecuario, industrial y de servicios dependen de nuestra relación con Norteamérica. Nuestras cadenas de suministro están perfectamente sincronizadas con todos los procesos industriales de nuestros vecinos del Norte. Somos más que tres países aislados, se trata de un bloque económico e industrial de primer orden mundial.

Claro que tenemos vínculos culturales con Latinoamérica, para empezar, compartimos la misma herencia y origen, eso sin duda. Pero nuestros lazos comerciales con el sur son escasos y los sociales casi son nada, no hay movimientos importantes de personas, salvo los migrantes que huyen de la pobreza de sus países y se dirigen a Estados Unidos en busca de los billetes verdes.

Tenemos amistad con Honduras, Bolivia, Cuba, Brasil, Colombia, Argentina, Perú o el que quieran y ordenen, una bella y hermosa amistad, los queremos y nos quieren, pero ni nos interesan ni les interesamos mucho.

Nuestro interés está en Estados Unidos y Canadá, ahí viven millones de mexicanos, dependen millones de empleos y recibimos miles de millones de dólares. Solo para ponerlo en perspectiva, las exportaciones de México suman un poco más de 400 mil millones de dólares, ni sumando todas las exportaciones de todos los países de Latinoamérica lo superan.

Además, dejamos de ser un país exportador de materias primas, nuestros principales productos de exportación son manufacturas, no así en los otros países latinoamericanos, que prácticamente dependen de sus exportaciones de materias primas.

Claro que Evo Morales, Nicolas Maduro o Raúl Castro son nuestros amigos. No hay forma de tener el menor interés en ellos y sus países. Sus economías son absurdas, pobres y restringidas en todo, no se puede hacer negocios, invertir o tomarlos en serio. Son nuestros amigos para echar relajo.

Porque como Henry Kissinger dijo con el mayor descaro y cinismo, Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses. México tiene amigos, pero sus intereses están con sus socios.

Y con los socios se hacen negocios y se prospera económicamente

Con los amigos solo se echa desmadre y no se hace nada productivo.

Ahora solo resta saber si queremos tener amigos o socios.

Yo prefiero los socios.

No vaya a ser que en unos años por andar echando desmadre con nuestros amigos latinoamericanos acabemos en golpes de estado, inflaciones de horror y líderes de caricatura que nos quiten todas las libertades.

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