Sergio González Levet / La Cumbre de Norte América tiene una singularidad, debida a la escasa preparación del presidente Andrés Manuel López Obrador (si me perdonan sus seguidores que diga algo así de su intocable), porque es el único de los tres mandatarios que no habla inglés, así que las conversaciones de ayer, hoy y mañana tendrán que ir en doble pausa: una, la que establece continuamente el Presidente mexicano cuando habla; la otra, porque tendrán que esperar a que las intérpretes de México y Estados Unidos den su versión del inglés al español y del español tropical de AMLO al inglés educado que hablan Joe Biden y Justin Trudeau.
Dirán los nacionalistas extremos que qué tiene que hacer el mandatario mexicano hablando el idioma de los otros dos (el oficial de Estados Unidos y uno de los dos oficiales de Canadá, junto con el francés), pero desde otra perspectiva no estaría de más que nuestro presidente entendiera y leyera el idioma más utilizado en la jerga comercial y de negocios del planeta, y el más hablado del planeta.
Sí, el inglés tiene 1, 348 millones de hablantes en todo el mundo, aunque nativos solamente son 379 millones, lo que lo convierte en el latín de nuestro tiempo, la lengua compiladora.
En segundo lugar está el chino mandarín, con 918 millones de hablantes nativos, a los que si les agregamos los no chinos que lo dominan llegan a 1,120 millones de seres humanos.
Bueno, el español tiene 543 millones de hablantes nativos y se acerca a los mil millones de quienes lo entienden y lo practican.
Pero en México en estos días, Andrés Manuel ha tenido que utilizar los servicios de una traductora para entender lo que han dicho, dicen y dirán don Joe y don Justin (y cuando digo “entender” me refiero solamente a que le traduzcan al castellano lo que expresen, no que le hagan comprender plenamente las ideas de los otros, que ése es otro cantar).
Lilia Rubio Zamora es la intérprete oficial de la Presidencia de la República, y tiene una vasta experiencia en el cargo. Ya estuvo con AMLO en la Oficina Oval durante el encuentro con Donald Trump, y ayer viajó en la Bestia junto con una traductora de la Casa Blanca.
Yo pienso en ella con cierta conmiseración, porque imagino los problemas que debe tener cuando trate de pasar a un inglés entendible los términos y frases fecundas que utiliza el nativo de Macuspana.
¿Cómo se dirá en english “Me canso ganso?” ¿O términos como “fifí” y “chayoteros?
Y me pregunto también si la intérprete Rubio transportará a la lengua de Shakespeare el dequeísmo incorregible de AMLO, o si hará el correspondiente en inglés a aspirar las letras “s” al final de expresiones como “son las trej” o a suprimir las “d” en palabras como “solidaridá”. Y también si le añadirá la “s” a la traducción de “dijistes” o “hablastes”.
Pobre doña Lilia… y ya de transportar ideas mejor ni hablamos.