De verdad que si al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, le creciera la nariz como a Pinocho, tenga por seguro que su tamaño sería descomunal. Ahora el gobernante tropical sale con la puntada de que inicia el Plan B para aliviar el tráfico en la capital del estado, ya que no le daría tiempo echar andar el proyecto del Tren ligero. Lo que el gobernante oculta es que ese proyecto nació muerto desde su inicio, ya que a su mecenas tabasqueño, ese tema sencillamente no le importó.
El gobernante se equivoca si piensa que, con hacer dos puentes, uno frente a Urban Center y otro a la salida de Las Trancas aliviaraáel tremendo tráfico. Tan sólo por la cantidad de automotores que circulan diariamente, Xalapa requiere por lo menos otros dos circuitos, uno por el Tronconal y otro por San Andrés Tlalnelhuayocan.
Aunque a decir verdad, esa ingeniaría vial no pasa por la cabeza del hijo del profe Atanasio, ya que el señor prefiere seguir en el subejercicio de los recursos, desde luego para quedar bien con YSQ.
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