Muchos pudieran pensar que por fin el presidente López Obrador ha cambiado de estrategia y que finalmente se dio cuenta que con arrumacos y abrazos no iba a poder detener a los malandros. Sin embargo, no es así. Se sabe que el mandatario azteca tuvo que dar su brazo a torcer ante las presiones del gobierno norteamericano y sobre todo ante la visita de Joe Biden al país. De modo que no tuvo otra alternativa que detener al hijo del célebre Chapo Guzmán.
Se sabe que la agenda de Joe Biden y de Justin Trudeau toca temas ambientales, energéticos, migratorios y más, no obstante, el tema del narcotráfico es medular, sobre todo que Biden está informado que tan sólo en el 2022, perdieron la vida más de 70 mil estadounidenses, es decir, cada día murieron 200 personas en edad productiva por el trasiego de fentanilo por los cárteles mexicanos.
Es evidente que, aunque la Cumbre de Líderes de América del Norte se lleva en tierras aztecas, la batuta y voz cantante la tiene Joe Biden. Por cierto, existe mucho interés en conocer cuáles serán las condiciones que trae el primer mandatario norteamericano en lo que se refiere al tema energético y al migratorio. Por lo pronto, aunque el presidente no quiera, tendrá que compartir reflectores con el canciller Marcelo Ebrard.
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