La captura de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín el Chapo Guzmán es, para muchos, un regalo para tener contento al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. Al parecer el presente ha dado resultados. Pues hasta el día 4 de enero el Servicio Secreto había anotado en la agenda del presidente americano la llegada al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México el día lunes 9. Pero poco después de la captura de Ovidio, el Servicio Secreto anunció que Biden no llegaría el lunes 9 de enero, sino el domingo 8 de enero a la ciudad de El Paso, para de ahí partir al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, tal como López Obrador se lo había pedido al presidente americano.
El mismo Marcelo Ebrard, canciller mexicano lo anunció con admiraciones: «Actualización de la Cumbre de Líderes de América del Norte: el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, llegará el domingo 8 de enero por la tarde al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Será bienvenido a México!!». Circula en algunos medios que fue el gobierno de los Estados Unidos, vía la DEA, quien dio la ubicación del lugar en que se encontraba operando Ovidio Guzmán.
Fue así que se armó el operativo, una vez confirmado el objetivo no hubo manera de echarse para atrás, pues la captura de Ovidio era una condición para que el presidente Biden acudiera a la Cumbre de Líderes de América del Norte. Tan contento quedó Biden con la captura de Ovidio, que hasta decidió dar gusto a López Obrador y aterrizar el Air Force One en el AIFA.
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