Luis Inácio Lula da Silva es por tercera ocasión presidente de Brasil. Asume la presidencia después de unas reñidas elecciones, lo que significa que el país está dividido. En su primer discurso como presidente de Brasil, Lula da Silva habló sobre el desastroso gobierno de su antecesor Jair Bolsonaro, de cuyo gobierno dijo: “Vaciaron los recursos destinados a la salud. Desmantelaron la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología. Destruyeron la protección del medio ambiente. No dejaron recursos para comidas escolares, vacunación, seguridad pública, protección forestal, asistencia social”.
Lula representa para los brasileños una luz de esperanza, pues en su primer discurso habló de “rescatar a 33 millones de brasileños del hambre y rescatar de la pobreza a más de 100 millones de brasileños”. Asimismo, habló de revocar los decretos penales que amplían el acceso a armas y municiones y de cuidar a los pueblos indígenas, así como la región del Amazonas.
Fue un discurso de poco más de 30 minutos, en el que se advierte de Lula da Silva buscará rehacer el país después del gobierno derechista que privilegió a los más ricos. Claro, habrá que esperar a que eso suceda, no vaya a pasar como en México, donde “ya saben quién” hizo muchas promesas que ni pudo cumplir y al final siguió cobijando la corrupción, el influyentismo y sobre todo a su familia.
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