El caso generó gran indignación, sobre todo porque la Fiscalía del Estado de México hizo lo posible por cobijar a un homicida, quien, manejando en estado de ebriedad, atropelló a un vendedor de tamales que circulaba en un triciclo. La Fiscalía retrasó los peritajes para que el culpable saliera libre acusado de homicidio culposo, lo que no amerita prisión preventiva. El caso llegó hasta la mañanera del presidente López Obrador, quien pidió al gobernador Alfredo del Mazo que se hiciera cargo del asunto.
Por su parte, Del Mazo llamó a su fiscal José Luis Cervantes, quien ya andaba de vacaciones, para que pusiera orden en la fiscalía. Finalmente, la tarde del 31 de diciembre Ken Omar “N” fue reaprehendido. Esta vez la orden de aprehensión girada era por el delito de homicidio simple cometido con dolo eventual, el cual sí amerita prisión preventiva.
Vale mencionar que los hijos y la viuda de Jorge Claudio, el vendedor de tamales que fue atropellado, exigieron que se hiciera justicia; el mismo fiscal se vio obligado a recibirlos en su oficina. Cuando los familiares salieron declararon que esta vez sí confiaban en la autoridad.
Comentarios