En algo coinciden los periodistas de diferentes medios y corrientes, el atentado contra Ciro Gómez Leyva es contra todos los periodistas. Además, en un país donde un presidente se atreve a decir que escuchar a ciertos periodistas (Ciro, Loret y Sarmiento) puede provocar un tumor cerebral, no se puede esperar que se respete a quienes ejercen el periodismo. Si el presidente es el primero en faltar a la decencia, en faltar el respeto a los periodistas, en agredir a los periodistas, entonces, ¿qué se puede esperar de sus seguidores? ¿Qué se puede esperar de los mismos delincuentes que, amparados en este clima de linchamiento, aprovechan la inercia del odio y atacan, porque pueden, con alevosía a los periodistas?
Ciro Gómez Leyva es respaldado por una empresa poderosa que le puede brindar un auto con blindaje, es por ello que un ataque como el que sufriera, directo, con la intención de matarlo, fue fallido. Pero en México hay miles de periodistas a pie, miles de periodistas que ni auto tienen, otros tienen un auto común, sin blindaje contra balas. Muchos de los periodistas que han sido asesinados en México fueron atacados en su propio domicilio o cerca de su domicilio, con sus hijos a un lado. Todo este clima de linchamiento en contra de los periodistas que no están de acuerdo con la visión de país del presidente debe terminar.
Basta ya de ese linchamiento en contra del periodismo que todas las mañanas el presidente López Obrador lleva a cabo desde sus conferencias mañaneras. ¡Basta ya del odio contra quien no piensa igual al presidente! ¡Basta ya del odio en contra de quien contradice al presidente! ¡Basta ya del señalamiento en contra de aquellos que denuncian la corrupción de este gobierno!
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