Si los morenistas y seguidores del presidente López Obrador ya estaban lanzando al aire los cohetones de varilla para celebrar la aprobación del dichoso Plan B, como premio de consolación al ser rechazada la ominosa Reforma Electoral, sencillamente no conocen el proceso por el que tendrá que pasar el mamotreto sustituto. De entrada, el presidente Andrés Manuel López Obrador necesitará de su némesis en el Senado, nos referimos al zacatecano Ricardo Monreal.
De modo que, si el coordinador de los senadores decide caminar a paso de tortuga con dicho trámite, que le urge al Ejecutivo federal, se frustrarían los anhelos presidenciales de ver aprobada por el Congreso su reprimenda contra el INE. Y es que el senador sabe que cuenta con al menos 20 votos morenistas y los suficientes de la oposición para meterle freno al Plan B.
Ya veremos cuáles serán los pasos que camine Ricardo Monreal, por lo pronto, el sartén por el mango, en estos momentos, lo tiene Ricardo Monreal, la corcholata más marginada por el presidente López Orador y éste ya ha declarado que el Plan B no pasará fast track, como lo hicieron los diputados morenistas.
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