De modo que, si el coordinador de los senadores decide caminar a paso de tortuga con dicho trámite, que le urge al Ejecutivo federal, se frustrarían los anhelos presidenciales de ver aprobada por el Congreso su reprimenda contra el INE. Y es que el senador sabe que cuenta con al menos 20 votos morenistas y los suficientes de la oposición para meterle freno al Plan B.
Ya veremos cuáles serán los pasos que camine Ricardo Monreal, por lo pronto, el sartén por el mango, en estos momentos, lo tiene Ricardo Monreal, la corcholata más marginada por el presidente López Orador y éste ya ha declarado que el Plan B no pasará fast track, como lo hicieron los diputados morenistas.