Dice el dicho que del odio al amor sólo hay un paso y seguramente esto lo confirman los coordinadores del PRI, PAN y PRD en el Congreso Federal, quienes se habían distanciado porque el tricolor les había jugado chueco, apoyando la reforma eléctrica. En ese ínterin los coordinadores y hasta los presidentes de respectivos partidos se repartieron ajos y cebollas hasta para llevar. Sin embargo, como en las películas melosas de Hollywood, al parecer resurgió el amor entre los integrantes de la alianza Va por México, desde luego mucho tuvo que ver la postura y aparente definición a favor del INE de Alito Moreno.
Prueba de esta luna de miel es que ayer los coordinadores del tricolor en San Lázaro Rubén Moreira, del PAN Jorge Romero, y del PRD, Luis Espinoza Cházaro, dieron a conocer que se mantiene unidos por los intereses de México.
Con esta postura, desde este momento podemos decir que la reforma electoral obradorista yace tres metros bajo tierra. No por algo el Ejecutivo federal ya salió con su Plan B, que no es ni el remedo de la alevosa reforma electoral que ya sentía que la tenía en la bolsa. No cabe duda que en esta vida no hay nada seguro, sólo la muerte.
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