El mensaje para el presidente López Obrador, por parte de la sociedad civil que marchó ayer en defensa del INE, ha sido claro y contundente. Las elecciones no deben ser manejadas desde el gobierno, ni sus consejeros deben de ser elegidos por grandes masas manipuladas desde los búnkers morenistas, en otras palabras, los partidos políticos y la Secretaría de Gobernación deben tener las manos con grilletes en asuntos electorales.
Es cierto que se debe buscar un mecanismo para que las elecciones sean más baratas y que los partidos políticos dejen de recibir millonadas de recursos, pero de eso a cambiar al INE por un organismo apéndice del gobierno es algo muy distinto, que como se vio el día de ayer, muchos mexicanos no están dispuestos a aceptar.
Algo que llamó la atención es que, a diferencia del presidente que durante toda la semana anterior a la marcha llenó de insultos y calificativos a los asistentes a la marcha dominical, fue el discurso de José Woldenberg, quien dio un discurso categórico, sin concesiones, ordenado, de buen contenido y, sobre todo, inteligente y lleno de respeto. Por lo pronto, se prenden las luces de alarma en Morena por la exitosa marcha en defensa del INE.
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