A estas alturas, cuando ha quedado demostrado que Andrés Manuel López Obrador no era el hombre honesto que tanto se presumía, salir a decir que no tiene dinero y que por eso va a vivir de su pensión en el ISSSTE, es como una burla para los mexicanos. Se conoce la vida de lujos de sus hijos, particularmente de José Ramón López Beltrán, quien se anda paseando por todo el mundo con su esposa e hijo; se conoce la casa que se compró en Houston, desde donde opera los contratos internacionales de Pemex. Sobre la vida de lujos de José Ramón López Beltrán, el presidente ha dicho que eso es gracias a que su hijo se casó con una mujer rica.
Vaya manera de decirle mantenido a su hijo; vaya manera de justificar una vida llena de derroches, sobre todo de un tipo del que seguimos sin saber dónde trabaja. Pero ahora el presidente de México le quiere lavar el coco a los mexicanos diciendo que él no ha hecho riquezas: «Yo soy presidente y tengo que pensar en que voy a solicitar mi pensión del ISSSTE, y ahí la voy a ir llevando, porque no tengo dinero. Y aunque fui opositor, pude acumular mucho dinero, porque los opositores también tienen dinero, más los que se echaron a perder».
Pues ya que le ha dado influencias a manos llenas a su hijo y a su nuera, pues que lo mantenga ella. Seguramente en la casa que compró en Houston ha de sobrarles un cuartito para que lo arrumben. De todos modos, en unos cuantos años la historia lo arrumbará al cuarto del ostracismo.
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