Él dice que es mu decente, que respeta, que no insulta, que cuida la investidura de presidente; él se dice honesto, tolerante y respetuoso de las personas que no piensan como él. Pero apenas se enteró que se llevará a cabo una marcha para defender la autonomía del Instituto Nacional Electoral y al señor se le olvidó hasta cómo se llama.
En su conferencia de prensa el presidente de México dijo sobre los que participarán en la marcha a favor del INE: «Lo interesante es que se manifiesten, es como el mundo al revés, pero más que nada lo que decíamos ayer, que estamos viviendo tiempos importantísimos, imagínense, aspirantes a fifís, fifís, dirigentes de partidos conservadores manifestándose, ¿cuándo se había visto esto?»
Todavía, después de insultarlos, les reprocha de que se ofendan: «Va a ser muy interesante, y esto es parte de la democracia y también que nadie se ofenda porque dije que van a ir muchos, yo diría que la mayoría, que además de ser conservadores, son racistas y clasistas, porque es verdad (…) Se ofenden los muy hipócritas cuando se les dicen racistas, porque están acostumbrados a la simulación». Lo bueno que este energúmeno ya se va en dos años; lo malo es que quiere dejar a su versión femenina en la presidencia.
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