Un desvío de recursos tan cuantioso no puede pasar tanto tiempo desapercibido, a menos que se quiera que pase desapercibido. De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación en el organismo Seguridad Alimentaria Mexicana, Segalmex, se llevó a cabo un saqueo que superó la “estafa maestra” de Rosario Robles. Rene Gaviria, amigo de López Obrador desvió recursos hasta por 12 mil millones de pesos; de hecho, ya fue vinculado a proceso, aunque gracias a los privilegios de la 4T no ha pisado la cárcel.
Frente a este caso suenan huecas las palabras del presidente López Obrador, quien en la conferencia mañanera se rasgó las vestiduras y dijo: “Lo que más me molesta, lo que me irrita, me molesta mucho, no lo soporto, es la corrupción, de veras me molesta Y he pasado momentos difíciles en la vida, en la lucha”. ¡Como si fuera cierto! Agregó el “honesto” presidente: “Cuando me entero de alguien, un abusivo, un deshonesto, me molesta mucho y terminó diciéndoles que los que más me ayudan, los que más me alivianan la carga son los servidores públicos honestos, mujeres y hombres y afortunadamente los hay”.
Cada que le demuestran a López Obrador de robos, como el de la maestra Delfina en Texcoco, como los sobres de Pío y Martinazo, como la “Casa Gris” de su hijo José Ramón, o las decenas de casas de Bartlett, siempre tiene excusas, siempre señala que son ataques de los conservadores.
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