No entiendo por qué le piden a Elena Chávez pruebas, si su propio testimonio es más contundente que cualquier prueba que se pueda presentar. Sobre el valor de los testimonios, el maestro Rodrigo Guadalupe Rodríguez Vázquez señala que los jueces son los que deciden a su arbitrio si aceptan las declaraciones de un testigo como prueba, siempre y cuando cubran algunos requisitos: «1.- Que el testigo declare haber oído pronunciar las palabras, presenciado el acto o visto el hecho material sobre que deponen; es decir, testigos que presenciaron los hechos. 2.- Que por sí mismos conozcan los hechos sobre que declaran y no por inducciones ni referencias de otras personas; (testigos de oídas carecen de eficacia probatoria). 3.- Que la declaración sea clara, precisa, sin dudas, ni reticencias sobre la substancia del hecho y sus circunstancias esenciales; este punto se refiere a que el testigo no sea dubitativo, es decir, que declara con certeza, fluidez y conocimiento sobre los hechos».
Estos tres puntos los cubre el testimonio de Elena Chávez, quien fue pareja del hombre más cercano de López Obrador, César Yáñez, por lo que de primera mano vio, escuchó y vivió eventos que definieron al ahora presidente, pero sobre todo, tuvo conocimiento de las maniobras que llevaban a cabo para obtener dinero en efectivo, el cash. Pero todavía más, el testimonio de Elena Chávez en el libro El rey del cash coincide con la realidad. Ahí están los videos de esas entregas de dinero en efectivo: Bejarano, Ímaz, Pío, Martinazo; el carrusel en el que el propio secretario de López Obrador, Alejandro Esquer participó para aportar dinero supuestamente para los damnificados. Ahí están los moches de Delfina Gómez en el municipio de Texcoco, una delincuente electoral según el TEPJF. Ahí están las aportaciones de Marcelo Ebrard, de Encinas, de Mancera. Ahí está el 20 por ciento del sueldo que le quitaban a los diputados y del que muchos no estaban de acuerdo.
La realidad es contundente, todos los recaudares de efectivo de López Obrador hoy son funcionarios del más alto nivel: Octavio Romero, Gabriel Garcia, Ariadna Montiel, Alejandro Esquer, Marcelo Ebrard, Delfina Gómez, Manuel Velasco, Mario Delgado. Todo esto lo testimonia Elena Chávez quien, por ser pareja de César Yáñez, contempló el ascenso de cada uno de estos personajes quienes al amparo de la corrupción contaron con el beneplácito de López Obrador, a quien entregaron millones de pesos para su campaña de más de 10 años, quedándose con las sobras, que les bastaron para volverse inmensamente ricos.
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