La alianza opositora compuesta por el PRI, PAN, PRD, jamás se imaginaron que el huevo de la serpiente de la traición se estaba gestando en su mismas narices. La amenaza de encarcelar a la madre del líder tricolor, dobló hasta la humillación al campechano Alejandro Moreno Cárdenas. Ahora se sabe, que la punta de lanza de la traición fue Yolanda de la Torre, quien a cambio de la titularidad de la suprema corte de justicia de su estado, sin reparo y dignidad alguna, clavo el puñal en la espalda de los aliancistas y presentó la propuesta, para que el ejército siguiera en las calles hasta el 2028.
Este golpe, ha dejado a la alianza sin rumbo y muy debilitada, no cuentan con un plan bien definido que les permita dar la batalla contra el partido del presidente. Sobre todo, en el momento crucial en que los morenistas ya preparan el abordaje del INE. Los morenos saben que ya es inminente la salida de Lorenzo Córdova y de Ciro Murayama, por eso ya están analizando nombres de consejeros a modo, para facilitar la elección del 2024.
Desde luego que, este escenario no favorece un ejercicio justo equitativo de la democracia mexicana. Hoy la figura del presidente López Obrador, crece en poder e influencia, y esas no son buenas noticias. Sobre todo, para aquellos que se dan cuenta de los excesos del ejecutivo federal. Sin embargo, aún falta ver como el gobierno de la 4T se repone del misil lanzado por el grupo autodenominado Guacamaya.
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