Este golpe, ha dejado a la alianza sin rumbo y muy debilitada, no cuentan con un plan bien definido que les permita dar la batalla contra el partido del presidente. Sobre todo, en el momento crucial en que los morenistas ya preparan el abordaje del INE. Los morenos saben que ya es inminente la salida de Lorenzo Córdova y de Ciro Murayama, por eso ya están analizando nombres de consejeros a modo, para facilitar la elección del 2024.
Desde luego que, este escenario no favorece un ejercicio justo equitativo de la democracia mexicana. Hoy la figura del presidente López Obrador, crece en poder e influencia, y esas no son buenas noticias. Sobre todo, para aquellos que se dan cuenta de los excesos del ejecutivo federal. Sin embargo, aún falta ver como el gobierno de la 4T se repone del misil lanzado por el grupo autodenominado Guacamaya.