Por ello, después de las presiones del Ejército, López Obrador tuvo que recular y pedirle que cancelara la orden de aprehensión a 16 militares que participaron en la desaparición de los 43 de Ayotzinapa. Gertz Manero, el fiscal agradecido, obedeció moviendo la cola.
Por ello López Obrador lo defiende: “La actitud del fiscal ha sido de colaboración, no tengo un sólo acto, una acción, un proceder contrario al propósito de aclarar lo sucedido y de castigar a los responsables y encontrar a los jóvenes (…) En ningún caso tuve resistencia del fiscal Gertz Manero ni del presidente de la Corte porque hablé con ellos y les pedí apoyo y colaboración, y los dos siempre dispuestos a ayudar”.