Pues se está tardando. Después de los rumores que se soltaron sobre la mala salud del presidente, que según se evidenció en la noche del Grito de Independencia y en su incómoda manera de sentarse el día del desfile, como si le bulleran las almorranas, el presiden salió a decir en una de sus mañaneras: «Entonces hay que estar informando porque tienen campañas en contra de nosotros. Todo el fin de semana hubo una campaña acerca de que estaba yo enfermo, de que ya estaba yo a punto de irme al otro mundo, y unos decían al infierno, y a veces digo nada más por eso me gustaría ir al infierno para ver cuántos de estos me encuentro por allá, estos santurrones, hipócritas, nada más por eso me gustaría».
Habría que decir al presidente que en el “infierno” están viviendo millones de mexicanos con las embestidas de los grupos del crimen organizado, aquellos delincuentes que dice el mismo presidente, hay que tratar como humanos.
En Zacatecas arrojaron muertos embolsados en las calles, en Guanajuato en diversos municipios asesinaron a 19 personas y la madrugada del domingo un grupo de sicarios quemó varios vehículos en el aeropuerto de Cancún, Quintana Roo. Ah, pero al presidente le importa más llevar la paz a Ucrania, como si en México viviéramos en el Paraíso. ¿Quiere irse al infierno el presidente? Que se baje de su nube un rato y mire lo que pasa en el país.
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