Cuando Estados Unidos y todos los países de Europa se unieron para imponer sanciones al gobierno de Vladimir Putin, el gobierno mexicano declaró: «México no va a participar en ningún tipo de sanción que no sean las sanciones multilaterales que apruebe el Consejo de Seguridad de la ONU». Es más, los partidos que llevaron al poder a López Obrador (Morena y PT) en pleno conflicto, instalaron lo que llamaron un grupo de amistad con Rusia. Hasta invitaron al embajador ruso al Congreso para que se tomara la foto con ellos.
La embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramaretska, arremetió contra los legisladores acusándolos: «Están mostrando su apoyo a Vladimir Putin, su amistad con un régimen criminal». Y todavía se pregunta el presidente por qué los ucranianos creen que su plan es un plan ruso. López Obrador dice que se ha distorsionado su propuesta de paz. La verdad nada se distorsionó, los ucranianos sólo leyeron entre líneas.