Dice el argot político que, el caballo que rebaza y alcanza, gana y precisamente el que se está moviendo sus piezas y se está colocando en el imaginario del electorado es el Carnal Marcelo. Resulta que Marcelo Ebrard está sacando el músculo con la firme intención de quedarse con la candidatura. Tenemos informes de primera mano que el canciller se reunió con más de 70 simpatizantes, incluidos líderes magisteriales, diputados, senadores y uno que otro presidente municipal con la intención de arropar y reunirse de manera simultánea a lo largo y ancho del país.
Entre los grupos que se han identificado con el “ebradorismo” se encuentran Diálogos progresistas, Avanzada Nacional, Movimiento Progresista y Jóvenes por Marcelo. Desde luego su estructura también está compuesta por taxistas, charros, pescadores, mariachis y varias agrupaciones estudiantiles.
De modo que, hasta el momento, no hay nada seguro para nadie, aunque la jefa de Gobierno de la Ciudad de México asegure que ella será la illuminati que dirigirá el destino del país. Por lo pronto, Marcelo Ebrard enseña músculo y manda el mensaje de que aún no hay nada escrito ni seguro para nadie y de que moverá todo su peso político para alzarse con la candidatura presidencial de color guinda.
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