Los índices de violencia y asesinatos quedaron debajo de la alfombra en el cuarto informe del presidente Andrés Manuel López Obrador, de manera que a casi dos años de que concluya su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador confía que «con racionalidad, mística y optimismo» triunfará la Cuarta Transformación. Es más ya encarrerado en su endeble optimismo dijo: «Les confieso que ahora poseo más aplomo y serenidad que antes. Ha crecido aún más mi respeto y amor al pueblo. Creo con racionalidad, mística y optimismo que triunfará la Cuarta Transformación«.
En su cuarto informe, no se habló del sobreprecio de la refinería de Dos bocas, ni tampoco del daño ambiental que causará el Tren Maya, mucho menos del fracaso del nuevo aeropuerto. Solo hubo cifras alegres a modo para que nada opacara el informe del presidente.
De manera que al concluir su informe, el presidente se aventó la puntada de decir que está bien, de buenas y «feliz«, porque la revolución de las conciencias ha reducido al mínimo el analfabetismo político. Como ve usted, habría que preguntarle a las madres de las víctimas y desaparecidos si comparten la felicidad del primer mandatario azteca.
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