Anota Bloomberg: “Tres miembros votaron por rechazar el nuevo plan de gastos, señalaron. Y al menos un miembro que lo aprobó expresó su preocupación por la falta de rendición de cuentas en la gestión de costos. Junto con aumentar el presupuesto, la junta también eliminó la metodología utilizada para monitorear los costos del proyecto, eliminando lo que algunos consideraban un medio fundamental de supervisión”.
Por supuesto, la opacidad en el gasto de los recursos tiene como objetivo ocultar la mano negra del esposo de Rocío Nahle en la contratación de empresas de familiares y amigos, así como la intervención de los hijos de López Obrador en la contratación de las empresas extranjeras en el proyecto. Esto, aunado a la crisis financiera mundial, ha llevado a que una refinería de 8 mil millones de dólares vaya a terminar costando 18 mil millones de pesos; otros dicen que costará 24 mil millones de dólares, es decir, 3 veces más de lo proyectado.