Tal parece que al presidente López Obrador ya le falla la memoria y no recuerda que el 30 de enero de 2019, señaló: «Quien retenga salarios comete un delito penal, pero también un crimen social», y decimos que le falla la memoria, porque no se acordó de esa sentencia cuando dijo que Delfina Gómez era una persona buena y honesta, cuando en los hechos, como alcaldesa de Texcoco, retuvo y desapareció el 10 por ciento del salario de cientos de trabajadores para entregarle a López Obrador cuatro millones de pesos destinados a la formación de Morena. Pero eso no fue todo, durante su fallida campaña se le acusó de un desfalco de al menos 20 millones de pesos.
Por cierto, un detalle importante, su coordinador de campaña fue José Ramón López Beltrán, el hijo mayor de AMLO. Aunque lo verdaderamente reprochable fue que, en su paso por la SEP, por instrucciones de su mentor político, no se tentó el corazón para desaparecer el exitoso programa de Escuelas de Tiempo Completo, afectando las horas adicionales de clase que estaban recibiendo más de tres millones de niños.
Más cruel aún, dejó sin alimento a un millón y medio de menores que tenían en ese programa el sustento de su nutrición. De modo que, no dude ni por un momento que el hijo mayor del presidente, ya se está frotando las manos para coordinar la campaña de la recaudadora favorita del presidente.
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