Wanda Palmer estuvo en coma por dos largos años tras haber sufrido un ataque en su domicilio ubicado en el condado de Jackson, en West Virginia, Estados Unidos. El día que la encontraron estaba sobre el sofá de su vivienda con severos golpes en la cabeza. Los hechos ocurrieron en el año 2020. Tras el ataque, las autoridades dijeron que el principal sospechoso era su hermano, sin embargo, al no contar con las pruebas suficientes no pudieron proceder en contra del sujeto. Tras haber pasado dos años en un hogar de ancianos bajo el cuidado del personal encargado, una diputada abrió el caso de Wanda Palmer.
La diputada relató que el día 27 de junio del presente año recibió una llamada de parte de una trabajadora del hogar para ancianos para informar que la paciente Wanda Palmer daba señales de querer entablar una conversación; informó que ya empezaba a responder las preguntas que se le iban haciendo. El día 12 de julio el alguacil Ross Mellinger, entrevistó a Wanda Palmer, en la entrevista la mujer acusó a su hermano Daniel Palmer de haber sido el responsable de sus lesiones.
Una vez que la mujer confesara, las autoridades procedieron a detener a Daniel. A través de un comunicado señalaron que Daniel fue ingresado en prisión y posiblemente será liberado bajo una fianza de 500 mil dólares. Las palabras que el alguacil utilizó ante el caso fueron: «La situación es tan rara como parece».
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