¿Usted ve las grandes inversiones que presume el presidente Andrés Manuel López Obrador? Bueno, si no ve esas inversiones, ¿al menos los beneficios que han dejado esas inversiones extranjeras se sienten en su economía? Inversiones como nunca, dijo el primer mandatario: «México está considerado como un país de oportunidades, nosotros estamos recibiendo inversión extranjera como nunca. Es histórico lo que está llegando de inversión foránea a nuestro país». El problema real es que esa inversión extranjera que se presume desde hace dos años, no ha impedido que nuestro país siga manteniendo una inflación arriba del 7.8 por ciento, un nivel también histórico.
El presidente también dijo que buena parte de esa inversión es para el sur sureste del país; 40 mil millones dijo López Obrador para una zona olvidada incluso en estos últimos 4 años de su administración. En el puerto de Veracruz se inauguró una nueva planta de Nescafé, donde se dará trabajo a más de 5 mil personas, y eso está bien, sin embargo, estamos a casi dos años de que acabe un sexenio que se ha mantenido inmóvil y que sólo ha puesto énfasis, no en la inversión, sino en la entrega de becas y apoyos a las clases marginales.
Desde el primer año de su gobierno el presidente debió buscar esas inversiones que, 4 años después, tanto presume. Las inversiones extranjeras pueden ser buenas si benefician la economía de los que menos tienen. Sin embargo, es tan imposible eso en México que por ello el gobierno federal no dejará sus programas sociales.
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