Vergonzoso que un sujeto como Ramírez Zepeta, quien aspira a ser el dirigente estatal de Morena, se vista de toga y birrete y se coloque en el lugar más discreto de un grupo de graduados para tomarse la foto, haciéndose pasar por graduado, cuando todos saben que el señor no asistió a clases. El otro que aprovechó la oferta de títulos “patito” fue Carlos Juárez, subsecretario de Gobierno, quien del mismo modo que Ramírez Zepeta nada más acudió a tomarse la foto con toga y birrete y con eso bastó para tener título de maestría por el Colver.
Vergonzoso que el Colver se preste a esa jugarreta indigna de una institución que ha formado a maestros y doctores de tanto prestigio. Y no sólo eso, mientras graduados con merecimiento esperan su título, a Ramírez Zepeta y a Carlos Juárez ya se los entregaron enmarcado, para que lo coloquen en la pared de su oficina. Piensa el aspirante a dirigente de Morena que, por arte de magia, una vez colocado el título ahí, dejará de ser estulto. Sí, ¡cómo no!