Reza el dicho popular: «Que cuando la perra es brava, hasta a los de casa muerde», resulta que la gente cercana al presidente de México ha advertido que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, se ha excedido en su guerra particular contra el dirigente del PRI, Alejandro Moreno, que ya no ve los duro si no lo tupido. Lo que ha despertado molestia han sido los modos de hacer la cosas.
Por ejemplo, el cateo a la casa del dirigente priista se hizo como si fuera un show en vivo, ya que las imágenes se trasmitieron en tiempo y forma. Pero lo que vino a molestar hasta al propio presidente López Obrador fue el haber dado a conocer fotos intimas de diputadas, lo cual vendría a violar leyes que los propios diputados han aprobado, como la llamada Ley Olimpia.
Estas acciones han obligado al mismo Ejecutivo federal a condenar la persecución contra el dichoso Alito, desde luego que ya sabemos que esto sólo es de dientes para afuera.
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