Dice Raquel Buenrostro, para encubrir la pifia del Sistema de Administración Tributaria, que la Constancia de Situación Fiscal la pidieron las empresas; lo dice de manera despreocupada. Como si el SAT no tuviera nada que ver la señora declaró en la conferencia mañanera de López Obrador: «Lo que sucedió es que la mayoría de las personas que tienen sueldos y salarios no conocen el código postal que tienen registrado, fueron los propios gerentes de recursos humanos de las empresas que mandaron a los trabajadores a conseguir el dato al SAT y el documento que contiene esa información es la constancia de situación fiscal».
Sin embargo, no sólo fueron las empresas del sector privado quienes estuvieron pidiendo esa Constancia que originó un caos tremendo en las oficinas de Hacienda Federal, sino que en el sector público también pidieron esa Constancia.
Sólo hasta que se dieron cuenta del caso que generaron, después de varias semanas, fue que el SAT emitió un comunicado en el que señalaba que extendía el plazo para presentar esa Constancia. Sí, el propio Sistema de Administración Tributaria. Ahora, como Poncio Pilato, la señora Raquel Buenrostro se lava las manos diciendo que la pifia no fue culpa suya.
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