Gerardo Fernández Noroña no había descubierto o se hacía como el Tío Lolo de que sólo es utilizado como ariete contra los enemigos de la Cuarta Transformación. Su papel como fiel mastín queda demostrado cada vez que se sube a tribuna a defender al compañero López Obrador de los ataques de la oposición. No obstante, de su lacayuno papel, el petista Noroña llevó a tribuna su exigencia al compañero presidente Andrés Manuel López Obrador para que «saque las manos del proceso» interno de la 4T para elegir al candidato presidencial.
Acusó que su favorita es Claudia Sheinbaum y dejó ver que los favorecidos fueron los precandidatos que acudieron a la inauguración de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, magna presentación a la que el compañero diputado no fue invitado.
Desde luego que, para calmar el puchero del petista, le vendieron el cuento de que no fue invitado para que con su presencia no opacara a Adán Augusto López y a la misma Claudia Sheinbaum y, como le dieron en el ego, pues el petista quedó conforme con esa explicación. Como se puede observar, el ego de Gerardo Fernández Noroña está a todo lo que da, no importa que la legisladora Lilly Téllez lo llame Changoleón.
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