Nadie duda que el líder de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, es un verdadero animal político, como decía el filósofo Sócrates. Es un político fogueado en lides políticas y, con un olfato muy sensible como para distinguir en qué momento hay que hacer la siguiente jugada que le permita ocupar un mejor lugar en el tablero político. Por esa razón, no dudamos que calculó muy bien los tiempos para sostener una reunión con los jerarcas católicos del país.
«Obviamente están preocupados por el clima de violencia en algunos lugares del país», dijo el senador morenista, pero que han sido golpeados verbalmente por el presidente López Obrador. Y es que, el zacatecano, al ver que nada más no le dan entrada a sus aspiraciones presidenciales, aprovechó esa reunión para criticar que el gobierno de la 4T abra frentes y se confronte con distintos sectores de la sociedad, en este caso con la Iglesia católica.
«Yo seré el presidente de la reconciliación», reiteró. Pues, aunque Ricardo Monreal no quiere enfrentarse con el presidente, este tipo de críticas tenga por seguro que son como sal en una herida y, seguramente, no pasarán desapercibas para el de Macuspana, Tabasco, aunque éste diga que su pecho no es bodega.
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