No cabe duda que cuando alguien forma parte del reducido grupo de incondicionales del amo y señor de la 4T, todo es posible, sobre todo en el ámbito político. Se sabe de fuentes fidedignas que quien ya está haciendo las maletas de su oficina en la SEP, es la maestra Delfina Gómez. Y es que, ya es un secreto muy cantado que se la va a jugar por la gubernatura del Estado de México. Lo lamentable del caso es que la polémica funcionaria sólo usó esta importante oficina como trampolín político, para sacarse la espinita que le dejó clavada la derrota ante Alfredo del Mazo en la elección pasada.
Se sabe que por instrucciones del mero-mero machuchón de la 4T, Delfina Gómez dejará su cargo en este mes para ser nombrada como coordinadora de la defensa del voto; de esa forma tendrá el terreno aplanado para dejar fuera de la jugada a Horacio Duarte, administrador general de Aduanas, y al senador Higinio Martínez, quienes también suspiran por la candidatura del Edomex.
La titular de la SEP deja una administración que se sostiene gracias a la inercia provocada por el trabajo que realizan los miles de maestros regados en las 32 entidades federativas. En los hechos, Delfina Gómez pasará a la historia de la SEP como una funcionaria gris y anodina, que no pudo resolver los problemas torales y complejos que requiere el sistema educativo mexicano.
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