El presidente López Obrador, haciendo uso de una retórica convenenciera, dijo: «Dar respuesta al mensaje del Papa Francisco, que en una situación muy difícil y dolorosa escribe lamentando la situación de violencia en México, pero al mismo tiempo, subraya que no es la violencia el camino para conseguir la paz. Estamos totalmente de acuerdo, porque hay quienes piensan que la violencia hay que enfrentarla con violencia, el mal con el mal. La violencia genera más violencia».
No obstante, en su análisis tabasqueño, el presidente no dijo nada sobre la enorme cantidad de muertos que han dejado los tres años de su gobierno. De verdad que, resulta increíble que a pesar de los miles de asesinatos en lo que va de su sexenio, siga empeñado por continuar por la estrategia de abrazos y no balazos.