Tal vez dentro de algunos años la sociedad se podrá dar cuenta del gran daño que están causando muchos parásitos sociales que se hacen pasar por influencers. Estos sujetos son una influencia pésima para las juventudes acostumbradas a la chatarra. Una de esas influencers es Manuela Gutiérrez, quien fue exhibida por el chef mexicano, Édgar Núñez, como una “gorrona internacional”. Manuela Gutiérrez ya dio la cara para disculparse con el chef, al tiempo que le decía que lo que ella le ofreció fue “una oportunidad de trabajo”, es decir comer gratis a cambio de que ella mencionara su restaurante en su Instagram.
Señala la influencer colombiana: «Yo sé que muchos de ustedes no están de acuerdo con estas formas de ´trabajo’, pero bueno la realidad es que a muchisimos creadores de contenido nos pagan por lo que hacemos».
A esto el chef Édgar Núñez ya le había señalado: «Un influencer no es quien te hace comprar algo, un influencer es quien cambia tu vida, quien te ayuda y mejora sin recibir nada a cambio. Mi primer influencer fue mi papá y a mí solo me interesa ser el influencer de mis hijas. Cuenten quien es su influencer favorito?». Con esto, el chef le tapa la boca a cualquier gorrón que se sienta influyente.
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